Para afrontar entre todos esta situación de emergencia, lo único que debemos hacer es establecer protocolos en la vida cotidiana para interrumpir la cadena de contagio y seguirlos meticulosamente. Estas son las precauciones principales que hay que tomar en el automóvil:
1. Desinfectar las manos al entrar.
Es fundamental repetir este gesto cada vez que se aborde el automóvil. Para adquirir el hábito, se puede dejar una botella de solución con base de alcohol (gel) para manos a la vista, aplicarla en cuanto se esté sentado al volante y pasarla a los pasajeros en caso de llevar alguno.
2. Desinfectar las superficies clave.
El volante y el tablero central son elementos que se tocan constantemente. Justo después de desinfectar las manos, se debe pasar a limpiar las superficies más importantes: el volante, la palanca de velocidades, la radio, los botones, etc. Recuerda utilizar productos de limpieza con base de alcohol adecuados para cada componente para evitar dañarlos. De esta manera, se asegura que los microorganismos no pasan ni de nuestras manos a las superficies, ni de las superficies a nuestras manos.
3. Seguir las recomendaciones generales.
Tanto como conductor como pasajero, se debe procurar minimizar el contacto con superficies de la boca y las manos. Si dan ganas de estornudar, se debe cubrir con el codo, nunca con las manos. Incluso se pueden utilizar guantes de látex desechables que permitan tener completo control del volante, asegurándose que después de cada trayecto sean desechados.
4. Higienizar el automóvil.
Si no se ha hecho ya, es el momento de hacer una limpieza a fondo del interior del vehículo. En esta situación excepcional. Lo más adecuado es llevar el auto a un taller donde los profesionales cuenten con herramientas específicas para desinfectar el automóvil.
5. Ventilar la cabina frecuentemente.
Antes y después de ponerse al volante, se deben abrir las puertas y dejar que el interior del vehículo se ventile unos minutos, especialmente si compartimos el automóvil con otras personas.