Aunque la mayoría de las veces los vehículos están listos para desplazarnos de un lado a otro, hay ocasiones en las que el deterioro de sus piezas o la falta de mantenimiento impiden que funcione adecuadamente.
El peor de los escenarios sucede cuando tu carro ya no prende en lo absoluto y ni siquiera sabes por qué, si esto sucede, suele ser indicativo de que tu auto necesita algún tipo de reparación e incluso esto genera una preocupación al conductor.
A continuación, te explicamos algunas posibles razones por las que esto podría suceder.
- Batería con bajo voltaje o dañada. Cuando se presenta esta situación, en el tablero tendrás encendido el testigo de batería y no dará marcha el vehículo; es conveniente realizar el paso de corriente con el protocolo indicado por el fabricante de la unidad. Es necesario realizar una inspección del estado de la batería y en caso de ser necesario hacer el cambio de la batería.
- Motor de arranque. En este caso no habrá problemas de corriente, sin embargo, el vehículo no arrancará y después de varios intentos te quedarás sin batería. Esta situación se detecta cuando al momento de dar marcha, se escucha un ruido de arrastre o un click en el motor.
- Interruptor de encendido defectuoso o dañado. Será imposible arrancar el vehículo y en el tablero tendrás encendido el testigo de seguridad del vehículo que se identifica con el símbolo de un candado. En este caso se recomienda llamar a un mecánico especializado.
- Bujías deterioradas. Cuando se presenta este problema, al momento de dar marcha el motor arrancará, pero enseguida se apagará debido al mal estado de las bujías. Se recomienda realizar el cambio de todas las bujías.
- Correa de distribución dañada. En este caso se escuchará la marcha del vehículo, sin embargo el motor no podrá encender y no se presenta ningún testigo encendido; esto es un problema de que la banda está dañada y no deberás seguir intentando encender la unidad ya que se podría causar un daño catastrófico. Será necesario llevar la unidad a un taller especializado.
- Bloqueo de la dirección atascado. No podrás pasar la llave a la posición de ignición, por lo cual no podrás poner en marcha el vehículo. Se recomienda llamar a un especialista en llaves automotrices para que libere el volante o la dirección.
- Bomba de combustible dañada: Al momento de dar marcha, el vehículo intentará encender pero no logrará su objetivo, por lo que será recomendable tratar de escuchar la activación de la bomba de combustible al momento abrir el switch, en caso de no activarse será necesario revisar los fusibles y de ser necesario llamar a un mecánico especializado para el cambio de la bomba de combustible.
- Depósito de combustible vacío. Una de las causas más comunes y obvias por las que no enciende el vehículo es por no contar con combustible en la unidad. Es importante mantener el tanque arriba de la mitad para obtener el rendimiento adecuado y no causar daño en los componentes internos. En este caso el testigo de combustible se mantiene encendido y se identifica por el símbolo de una bomba de despacho.
Identificar la razón por la que tu auto no enciende, es un buen primer paso para repararlo y de esta manera evitar que los especialistas generen mayores gastos de los requeridos.
Recuerda que es necesario proporcionar los mantenimientos periódicos a tu unidad de acuerdo a las indicaciones del manual del usuario y así mantenerlo en óptimas condiciones de funcionamiento.