El control de tracción (TCS) y el control de estabilidad (ESP) son sistemas de seguridad en los automóviles diseñados para mejorar la estabilidad y el control del vehículo en diferentes condiciones. Aquí hay una breve explicación de cómo funcionan ambos sistemas:
- Control de Tracción (TCS):
- Función: El TCS evita que las ruedas patinen durante la aceleración al regular el suministro de potencia del motor.
- Sensores: Utiliza sensores de velocidad en las ruedas para detectar si una rueda está girando más rápido que las demás, lo que indica pérdida de tracción.
- Acción: Cuando se detecta la pérdida de tracción, el TCS reduce temporalmente la potencia del motor o aplica frenos selectivos en las ruedas que están patinando para restaurar la tracción.
- Control de Estabilidad (ESP):
- Función: El ESP ayuda a mantener la estabilidad del vehículo al evitar el sobreviraje (derrape de la parte trasera) o el subviraje (pérdida de tracción de las ruedas delanteras).
- Sensores: Utiliza sensores para monitorear la velocidad de cada rueda, la dirección del volante, la aceleración lateral y otros parámetros.
- Acción: Si el sistema detecta que el vehículo está a punto de perder el control, puede aplicar frenos selectivos en ruedas individuales y ajustar la potencia del motor para corregir la trayectoria y restaurar la estabilidad.
En resumen, tanto el control de tracción como el control de estabilidad utilizan sensores para monitorear el comportamiento del vehículo y aplican intervenciones, como la reducción de potencia del motor o la aplicación selectiva de frenos, para prevenir la pérdida de tracción y mejorar la estabilidad durante la conducción. Estos sistemas son fundamentales para garantizar la seguridad en diversas condiciones de la carretera.