La base de metal o soporte interno de un volante es un esqueleto realizado con alguno de estos metales fuertes pero ligeros: magnesio, aluminio o acero. Una vez se obtiene el esqueleto, se realiza el montaje del resto de componentes.

Para empezar el montaje, un robot instala primero el sistema de claxon. Justo después, el esqueleto se cubre con un material de espuma suave y muy duradero, generalmente poliuretano (PU).
En un principio, estos esqueletos eran revestidos con madera, que con el tiempo ha sido reemplazada por plásticos. Por un lado, los materiales plásticos permiten reducir costes y, por el otro, la madera es un material que puede partirse y causar lesiones en accidentes.
Para formar la espuma de poliuretano, se realiza un proceso llamado moldeo por inyección. Cuando se mezclan los dos productos químicos que forman el poliuretano (poliéter poliol flexible de piel integral e isocianato tipo MDI) estos reaccionan y se produce espuma en expansión. La reacción se realiza dentro de un molde y esta espuma densa adoptará una forma específica de volante.
Antes de inyectar el poliuretano, el molde se cubre con desmoldeante para que la espuma no quede enganchada al molde. También, se rocía con pintura protectora que tiñe la espuma del color requerido, en la mayoría de los casos de negro. La pintura protege la espuma contra el desgaste y el daño de los rayos UV, aunque su uso es opcional (hay fabricantes que no pintan la espuma).
El proceso de moldeo por inyección deja un exceso de poliuretano en el volante, por lo que el siguiente paso es recortarlo. Los volantes que utilizan espumas de poliuretano flexibles de piel integral tienen un tacto suave y que pueden ser producidas en una buena variedad de texturas superficiales y colores.
Una vez se ha recortado el exceso de PU, es el momento de instalar los componentes internos. Unos interruptores, que controlan las características operables desde el volante, se ensamblan en una unidad llamada arnés de cables. Primeramente se conecta el arnés a los interruptores, se instala en el volante y luego se verifica que todo funcione correctamente. Si es el caso, se marca el ensamblaje para mostrar que pasa esta etapa de control de calidad.
Si bien los conceptos básicos son los mismos, las características varían de un modelo a otro en los ajustes finales. Los volantes de gama alta pueden estar envueltos en piel y, a menudo, tienen controles de interruptor adicionales para el sistema de audio y para el uso de un teléfono móvil con manos libres.
2. El desmoldeante
Características
Dependiendo del proceso, el desmoldeante que se usará será diferente:
Como hemos visto anteriormente, la fabricación del cuerpo de espuma se puede realizar de tres maneras:
- Volante de espuma de PU, no coloreado.
- Volante de espuma de PU con ‘in-mold coating’ (coloreado internamente por pasta pigmentaria).
- Volante de espuma de PU con o sin coloreado, y con cobertura de piel o textil.
Los agentes de desmoldeo para espuma de poliuretano de piel integral o PU ISF (integral skin foam) están especialmente formulados para producir un acabado superficial mate y uniforme que además permite la adherencia posterior de coberturas textiles o de piel.
Los recubrimientos internos de molde se usan para colorear la ISF y producir un acabado duradero estéticamente agradable. En este proceso también hace falta desmoldeante para quitar la pieza del molde. La ISF generalmente está pigmentada en masa con un color similar a las unidades de dosificación del recubrimiento. Este proceso permite cambiar el color en cada toma, aunque es más económico trabajar en campañas de colores.
En gran medida se usan desmoldeantes base agua, cada vez se ven menos solventes.
Además, puede haber controles de calidad respecto los UV rayos y la abrasión. El desmoldeante tendrá que superar dichos controles.