El regreso de Honda a las competencias de la Fórmula 1 (F1) se produjo en 1983 como proveedor de motores para Spirit, Williams, Lotus, McLaren y Tirell. Fue su época dorada, ya que logró seis títulos de constructores con Williams (1986 y 1987) y McLaren (1988 a 1991) y cinco de pilotos con Nelson Piquet (1987), Ayrton Senna (1988, 1990 y 1991) y Alain Prost (1989).
Ganar o perder es lo de menos
Kiyoshi Kawashima, presidente de Honda, anunció el retorno de la compañía a la F1 en una conferencia de prensa en 1978. Querían volver, pero no era tarea fácil. Por esta razón, se decidió una fase de pruebas en la F2. Cinco años después, en 1983, estuvieron listos para dar el salto.
La temporada de la rentrée no fue brillante, pero les daría su primera victoria en el Gran Premio (GP) de Dallas. A 40 grados, el sobrecalentamiento era el factor a vencer, pero el piloto finés de Williams Honda, Keke Rosberg, tenía en su casco un dispositivo que le permitía regular la temperatura. Esto, unido a su magnífica conducción, hizo que se alzara con el triunfo. Honda se llevó cinco victorias esa temporada. Con un equipo renovado, tan joven como ambicioso, 1986 fue el año de la consolidación.
Héroes de leyenda: Mansell, Piquet, Senna y Nakajima
En 1987, Honda firmó contrato con el equipo Williams, cuyos pilotos eran Nigel Mansell y Nelson Piquet, y con el equipo Lotus, con Ayrton Senna y Satoru Nakajima, el primer japonés en competir en F1 como primer piloto.
El GP de Gran Bretaña de ese año fue histórico: Mansell, Piquet, Senna y Nakajima alcanzaron las cuatro primeras posiciones. En total, fueron once victorias para Honda esa temporada.
Al año siguiente, Honda se asocia con McLaren, con los pilotos Senna y Alain Prost. Fue una temporada increible: ganaron 15 de 16 carreras y, en diez de ellas, los pilotos de McLaren fueron primero y segundo. Senna venció en Suzuka y logró su primer campeonato del mundo. De las 71 carreras que Honda ganó entre 1964 y 1992, 32 fueron gracias al mítico piloto brasileño.
Cambio de ciclo
1989 marca la transición del motor turbo al aspirado. Con once triunfos, Honda seguía dominando la F1, pero en 1991, a pesar de las cuatro victorias consecutivas con las que Senna arrancó la temporada, los McLaren Honda empezaron a ser igualados por los Williams Renault. Aunque el equipo ganó ocho carreras y se llevó el sexto título mundial de constructores y el quinto campeonato del mundo de pilotos, lo cierto es que el motor V10 de Williams se había puesto a la altura del V12 de Honda.
Además, los McLaren perdían velocidad por un problema de equilibrio entre el chasis y motor. Ahora se priorizaba la investigación química para encontrar la composición idónea. Al final de la temporada, Williams se perfilaba como nuevo rey de la F1.
Así, Kawamoto justificaba la decisión de dejar la F1: “Empezamos a perder de vista el objetivo inicial. Dejamos de experimentar con nueva tecnología. El equipo se quedó sin energía”. Además, la empresa atravesaba un momento delicado financieramente. En septiembre de 1992, Honda anunciaba que volvía a retirarse de la competencia.
Pero no era un adiós, sino un hasta luego, en palabras de Kawamoto: “Honda no es una compañía de F1, aunque es significativa porque nos permite desafiar nuestros límites”. En septiembre de 1992, Honda anunciaba oficialmente que se retiraba de la competencia.
La década de los 80 fue mágica: Honda venció, pero la crisis económica con la que arrancaron los 90 y el hecho de que la F1 no fuera su principal línea de producción e investigación, provocaron la discreta salida de Honda. Sin embargo, la puerta quedó abierta a un regreso cercano en el futuro.
Regresando al sueño
En marzo de 1998, anunció un retorno con motivo del 50 aniversario de la fundación de la empresa. Para esta tercera etapa, Honda consideró la posibilidad de volver no solo como proveedor de motores, sino como equipo. Por sí mismos desarrollarían y fabricarían el motor y el chasis y contarían con sus propios pilotos.
Conscientes de que de nada vale precipitarse en montar su propio equipo, Honda decide regresar a la F1 como proveedor de motores para dos escuderías: del 2000 al 2005, para la británica B.A.R. (British American Racing), surgida de Tyrell, y en 2001 y 2002, para la irlandesa Jordan.
B.A.R. firma un acuerdo con Honda en el año 2000 que lo convierte en su nuevo proveedor. En 2003, se incorpora al equipo el joven piloto inglés, Jenson Button. Pero es en 2004 cuando el potencial de B.A.R. comienza a ser evidente. Durante esta temporada, Button logró diez podios e incluso la primera pole position para el equipo en el GP de San Marino. A pesar de no consignar un solo triunfo, B.A.R. consiguió el subcampeonato de constructores y Button quedó tercero en el campeonato de pilotos.
Un gran resurgimiento
En 2004, Honda había adquirido 45% de la escuderia B.A.R y, en octubre de 2005, se hace con el 55% restante. Así es como B.A.R. pasa a llamarse Honda Racing F1 consolidandose como constructor integral. En 2006, el flamante Honda Racing F1 vencía en el GP de Hungría con el motor RA106.
Las dos temporadas siguientes no fueron tan buenas y, en 2008, la crisis financiera se abatía sobre el mundo. Honda consideró que lo mejor era renunciar de momento a su sueño. Vendieron la estructura al ingeniero Ross Brawn por el valor simbólico de un euro. Rebautizado como Brawn GP y de nuevo con Button al volante. El equipo salió por todo en la temporada 2009, ganando tanto el Mundial de pilotos como el de constructores. Quince días después de haber finalizado el campeonato, Brawn le vendió todo el equipo a Mercedes por 100 millones de euros.
Siete años más tarde, en 2015, se da el cuarto renacer de Honda en la F1 y del cual les hablaremos en la siguiente entrega.