Los fabricantes de vehículos pronosticaron a principios de año que la escasez de semiconductores estaría superada para el segundo semestre del año. Sin embargo, la tercera ola de COVID-19 ha dificultado el reabastecimiento de los chips.
“Esta tercera ola ha mantenido una creciente demanda de semiconductores por parte de distintos sectores adicionales a la automotriz, lo que ha ocasionado que la solución se haya retrasado un poco”, explicó Fausto Cuevas, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz.
La escasez de semiconductores, un componente que se utiliza para la producción de chips necesarios para el funcionamiento de diversos componentes dentro del auto, como sistemas de freno, tableros y sistemas de info-entretenimiento, inició a finales de 2020 luego de que una sobredemanda inesperada de dispositivos electrónicos acaparó la producción mundial.
Los fabricantes de vehículos, que durante 2020 cancelaron pedidos de diversos insumos, incluidos los semiconductores, han tenido que detener la producción en sus plantas debido a la falta de chips.