El líquido de frenos es un componente crucial en el sistema de frenado de un vehículo y desempeña un papel fundamental en su funcionamiento seguro y eficiente. Su importancia radica en varias funciones clave:
Transmisión de la fuerza de frenado: Cuando pisas el pedal del freno, la fuerza aplicada se transmite a través del líquido de frenos hacia las pinzas o zapatas de freno en cada rueda. Esto crea la presión necesaria para que las pastillas o zapatas presionen los discos o tambores de freno y generen la fricción necesaria para detener el vehículo.
Incompresibilidad: El líquido de frenos debe ser incompresible para garantizar que la fuerza de frenado se transmita de manera eficiente y sin pérdidas. Cualquier compresión en el sistema reduciría la efectividad de los frenos y aumentaría la distancia de frenado.
Punto de ebullición alto: El líquido de frenos debe tener un punto de ebullición alto para evitar la formación de burbujas de vapor en el sistema. Cuando el líquido de frenos se calienta debido al frenado repetido o en situaciones de conducción extrema, un punto de ebullición alto ayuda a prevenir el fenómeno conocido como “fading” (pérdida temporal de eficacia de los frenos).
Protección contra la corrosión: El líquido de frenos también juega un papel en la protección del sistema de frenos contra la corrosión interna. Al ser un fluido hidráulico, ayuda a mantener lubricados los componentes internos y evita la formación de óxido y corrosión que podría afectar el rendimiento del sistema.

¡IMPORTANTE!
Es importante tener en cuenta que el líquido de frenos es higroscópico, lo que significa que tiende a absorber la humedad del aire con el tiempo. La presencia de humedad en el sistema puede disminuir el punto de ebullición del líquido, lo que puede llevar a problemas de rendimiento y seguridad, como el fading o sensación esponjosa mencionada anteriormente.
Por lo tanto, el líquido de frenos requiere un mantenimiento adecuado y cambios periódicos según las recomendaciones del fabricante del vehículo. Mantener el líquido de frenos en buen estado es esencial para asegurar un sistema de frenado confiable y seguro, lo que contribuye a una conducción más segura para el conductor y otros usuarios de la vía.