El japonés es uno de esos idiomas donde una sola frase nos lleva hacia las profundidades de un sentimiento. Existen muchas de ellas para describir la llegada del viento del invierno, o bien para los rayos de luz que se filtran a través de las hojas de los árboles.
Tuve la fortuna de manejar el Mazda6 2019 en su versión Signature (la más alta de la gama) y el término que encontré más adecuado para mi experiencia fue Koi No Yokan.
Esta expresión japonesa significa que cuando dos personas apenas se conocen, van a terminar enamorándose.
Esto me sucedió al abrir la puerta y sentarme en la posición del conductor para descubrir asientos tapizados en piel, una posición de manejo cómoda con ajustes eléctricos en los asientos, sonido envolvente Bose y conectividad para mi teléfono móvil.
Si algo ha cuidado Mazda, en estos tiempos, es la calidad de materiales al interior de sus coches, lo que la convierte en una marca que sale de los parámetros convencionales.
Suspiré, apreté el botón de encendido, y escuché el famoso “ruuum, rum”, de cuando se enciende el coche y en automático uno da dos acelerones. Nunca he entendido el por qué, pero siempre son dos.
Emprendí mi marcha aprovechando el motor SkyActiv 2.5 litros de 228 caballos de fuerza, acoplado a una transmisión automática de seis cambios, y me dije, tal vez como todos los enamorados, vayamos a tener nuestras diferencias.
Ningún romance es perfecto, y en el caso del mío con el Mazda6, lo que encontré es que consume más gasolina de lo que me imaginé y las escotillas del aire acondicionado están muy abajo en el tablero, cosa que dificulta el recibir aire fresco en la parte superior del cuerpo.
Me encantan los sedanes, he de confesarlo; y me gustan por la cajuela, por el espacio trasero y sobre todo, como en este Mazda6, porque no siento el techo encima de mi y eso me acentúa una sensación de libertad.
Tiene seis bolsas de aire, sensor para punto ciego en los espejos laterales, monitoreo de presión de llantas y muchas asistencias que me garantizaron mi seguridad y tranquilidad al volante.
Tal vez yo no lo escogería con interiores claros porque las manchas se notan más, pero eso estará en manos del que lea estas líneas y se atreva a bajarme a la novia.
El precio de esta versión es de $589,900 pesos y en términos de la relación valor-precio, es ejecutivo y bien vale ponerle las manos encima.
