1. Ante una lluvia intensa, lo recomendable es, detenerse y esperar a que cese o disminuya; enciende las luces para hacer visible la presencia de tu vehículo y mantén distancia.
2. Maneja con precaución, procura viajar a una velocidad que te permita maniobrar y evita, en la medida de lo posible, los charcos y baches.
3. Revisa que tus llantas estén en buenas condiciones.
4. Siempre ten en cuenta la cobertura de tu póliza, así como la vigencia.
5. Ten a la mano una copia de tu póliza, así como el número de emergencia de tu aseguradora, esto te ayudará a evitar contratiempos.
Recuerda que, si tu auto quedó varado en una inundación, puedes solicitar la asistencia de una grúa que te llevará al taller de tu preferencia; si caes en un bache, tu seguro –de acuerdo con la cobertura que adquiriste–, puede cubrir desde envío de un mecánico para cambio de llantas, hasta la reparación de un daño mayor a consecuencia del percance, incluso; en caso de inundación o caída de un árbol, tu seguro cubre desde la reparación hasta la indemnización por pérdida total.