Renault ha anunciado el pasado jueves que recupera uno de sus modelos más conocidos, el Renault 5, para “democratizar” y “poner al alcance de todos” los vehículos eléctricos en Europa.
Ese día el consejero delegado de Renault, Luca di Meo, ha hecho público el plan estratégico “Renaulution” para los próximos cinco años y “más allá”, con el que prevé alcanzar un margen operativo del 3 % en 2023 mediante recortes de inversiones y de gastos fijos, y una mayor eficiencia en todas sus operaciones.
En el caso de Renault, que entra en “La Nuovelle Vague (una nueva ola)”, lanzará 14 vehículos, de los que siete serán 100% eléctricos y los otros siete serán de los segmentos C (compactos) y D (sedanes).
Como anticipo, la marca gala ha desvelado el prototipo Renault 5 que mantiene su carácter “divertido, anticrisis y desenfadado” con su carrocería amarilla “muy pop”, según el equipo de diseñadores capitaneados por Gilles Vidal.
El Renault 5 Prototype recoge las grandes líneas del diseño original de su antepasado, al que le suma acabados y materiales inspirados en el mundo de la electrónica, el mobiliario y el deporte.
Lo que se ha buscado es “instalar” al Renault 5 en su nuevo tiempo, que se caracteriza por ser urbano, eléctrico y atractivo, según la marca del rombo.
Así, la entrada del aire del capó oculta la trampilla de recarga de la batería, las luces traseras incluyen deflectores aerodinámicos, los faros antiniebla de la defensa son luces de día y la parte delantera y el techo (en tela) proceden del mundo del mueble.
La rejilla frontal, las ruedas y el logotipo trasero (se ilumina, al igual que el trasero) se han recuperado como guiño al “5” original, mientras que los retrovisores están rematados con la bandera francesa.