Existen algunas señales que pueden indicarnos que nuestro coche tiene problemas, y solo es cuestión de poner atención a los sonidos que de él salen.
Un problema mecánico, lejos de ser un evento inesperado, normalmente da señales previas de que va a aparecer, pero lamentablemente muchas veces no prestamos atención.
Aquí te presentamos siete problemas mecánicos que puedes detectar escuchando.
Traqueteo en el tubo de escape: Suele ser un problema menor, como un agujero en el sistema de escape o la ruptura de alguna galleta. Los componentes son fáciles de reemplazar, exceptuando los colectores, pero ¡cuidado! Si escuchas un ruido como de piedras dentro de una lata, puede ser que el catalizador ya se haya averiado.
Ruidos al frenar: Si el ruido que escuchas no es un chirrido sino más bien un sonido seco como de lija, lo más probable es que las pinzas o los pistones rocen contra el disco. No dejes pasar demasiado tiempo para solucionar este problema ya que se podría dañar el sistema hidráulico de frenos o bien los discos.
Chiflidos y vapor en el motor: Si escuchas silbidos bajo el cofre, seguramente el nivel de refrigerante es muy bajo o el sistema tiene alguna fuga. Si el sonido va acompañado de vapor o de olor perceptible, entonces el problema es aún más evidente. Llama a la grúa, puede ser peligroso continuar la marcha en estas condiciones porque un motor mal refrigerado, se puede fundir.
Ruiditos al rodar: Este sonido puede significar que tienes un problema en la suspensión o bien en alguno de los ejes del coche. Lo recomendable es ir de inmediato con tu mecánico.
Golpes traseros: Si escuchas ruidos o golpes que provienen de la parte trasera del vehículo puede significar que el escudo térmico del silenciador está suelto. Para solucionar el problema, basta con apretar el tornillo que está situado en el tubo de escape, justo donde se une al coche.
Chirrido bajo el cofre: Es momento de revisar las poleas y las bandas. Una polea mal ajustada, hará un sonido muy agudo. La banda no hace ruido, lo que genera el sonido es la polea que está mal puesta. Si no lo atiendes, puedes quedarte sin propulsión y ponerte en riesgo.
Te recomendamos poner mucha atención a los sonidos de tu coche. Pueden estar avisando que algo importante está por suceder.