– El correcto mantenimiento del motor es fundamental para que automóviles y motocicletas tengan un buen funcionamiento y garanticen la seguridad de los usuarios. Cada inversión que se hace en su cuidado contribuye a prolongar su vida útil, además de reflejarse en beneficios de funcionamiento.
1. Realizar servicio o cambios de aceite adecuados
Un cambio de aceite a tiempo permite una buena lubricación, evitando que se desgaste y ayudando a que funcione más eficientemente el motor del vehículo. Los periodos entre cada cambio dependen del tipo de motor y aceite empleado, el tiempo aproximado es de 6 meses o 5,000 kilómetros para motos y 10,000 km para autos, considerando aceites minerales; si el aceite utilizado es sintético, los cambios se pueden prolongar hasta un año o 7,500 km en el caso de motos y 15,000 en el caso de autos. Incluso, si el vehículo no mantiene un uso constante, o no se ha llegado al kilometraje indicado para el mantenimiento, debe hacerse el servicio preventivo.
2. Verificar el nivel del anticongelante habitualmente
Una de las mejores formas de evitar que el motor del vehículo se sobrecaliente es cuidar la cantidad y el aspecto del líquido anticongelante que circula a través del motor. En las motos de 4T y 2T, con un sistema de enfriamiento por aire, es importante mantener al motor libre de accesorios para una ventilación efectiva, garantizando un perfecto funcionamiento.
3. Mantener limpio el motor
Un motor limpio es un motor más eficiente, además de ser de gran ayuda en la detección de posibles fugas. Se puede limpiar con un producto de limpieza adecuado y agua, teniendo cuidado para no dañar componentes eléctricos.
4. Reemplazar los filtros de aceite, aire y combustible.
Estos elementos retienen partículas o impurezas para que el aceite y el aire fluyan limpios y el combustible se queme con mayor facilidad. El reemplazo deberá hacerse de acuerdo con la recomendación del manual de usuario de cada vehículo.
5. Utilizar combustibles de calidad
Además de un buen aceite para el mantenimiento del motor, el uso de un combustible de buena calidad ayudará a prolongar el tiempo de vida del motor. Procura no conducir con niveles bajos o con “reserva” de gasolina.
6. Elige la viscosidad correcta del aceite
Es muy importante verificar que, además de cumplir las normas de calidad, estemos seleccionando la viscosidad correcta. Para motores nuevos o con poco desgaste, se debe utilizar viscosidad baja (0W-20, 5W-20, 5W-30); para motores con mayor desgaste, es necesario utilizar una viscosidad más alta (15W-40, 20W-50).
Seleccionar la viscosidad correcta del lubricante aporta un mejor desempeño del motor y una mayor eficiencia, sin necesidad de usar aditivos.
7. Emplear el aceite adecuado para cada motor
Es importante procurar usar aceites diseñados específicamente para cada tipo de motor, ya sea de motocicleta o automóvil. El aceite para motocicletas lubrica tanto el motor como la transmisión y en algunos modelos, el embrague, mientras que el aceite para automóvil únicamente el motor, por lo que no tiene el aditivo de fricción adicional que requiere una moto para proteger la transmisión y embrague.
Un aceite de calidad para motocicletas debe cumplir con la Norma JASO (Asociación Japonesa de Estándares Automotrices) para motocicletas de 4T y 2T.
7. ¿Aceite sintético o semisintético?
Los aceites semisintéticos son una combinación entre aceites básicos minerales y aceites básicos sintéticos, mientras que los aceites sintéticos son obtenidos por síntesis química, generando un aceite más resistente a la degradación, con mayor pureza y que genera una mayor reducción de fricción, esto contribuye al ahorro de combustible y un menor impacto medioambiental. Además, sus componentes sintéticos lo hacen ser un lubricante “Long Life” o de larga vida que permite periodos extensos de cambio. Los aceites sintéticos no generan tantos “lodos” o residuos, por lo que mantienen el interior del motor más limpio.
Una buena lubricación es indispensable ya que cuentan con diferentes características tecnológicas y físicas, siendo diferentes y especiales para cada tipo de motor. El uso correcto de estos radica en una selección del producto que considere las condiciones mecánicas del motor y el tipo de uso del vehículo, pues el lubricante pasa por todo el mecanismo interno del motor protegiendo cada pieza en su interior. Una mala lubricación puede causar daños internos, problemas en el arranque o un motor desbielado.