Con una humedad del 90% y 9 grados centígrados, Eliud Kipchoge logra romper el récord y el reto de la hora con 59 minutos, convirtiéndose en el primer ser humano en lograr romper la barrera de las dos horas en la prueba reina del atletismo.
Este súper hombre de origen keniano, mantuvo una velocidad de 21 kilómetros por hora durante los poco más de 42 kilómetros que implica correr la maratón.
¿Por qué Viena?
Porque la ciudad austriaca presenta un terreno plano durante toda la ruta, con muy pocas inclinaciones y era el escenario ideal para lograr romper este récord mundial.
Apoyado por varios grupos de “pace makers” o “marcapasos” (32 en total) de distintas nacionalidades, Kipchoge mantuvo un paso implacable y una concentración impresionante que lo hizo lucir siempre enfocado a romper esta barrera.
Con una sudadera blanca, que lo distinguía del resto del contingente, su espigada figura inspiró a los más de 25 mil entusiastas que lo acompañaron durante la ruta entre aplausos y silbidos, y a los muchos millones que nos conectamos esta madrugada para ver este evento que en definitiva es un “game changer” para la humanidad.
El evento fue patrocinado y organizado por la empresa INEOS, que es una multinacional británica de propiedad privada con sede en Londres, Reino Unido, y con oficinas registradas en Lyndhurst y el propio Londres.
El tiempo logrado por el velocista africano fue de 1:59:40 segundos, con lo cual deja una marca difícilmente superable hasta para los corredores más experimentados.
Felicidades pues a Eliud Kipchoge por este enorme logro en beneficio para el ser humano. Tal y como él lo dice: “No Human is Limited”, “Ningún ser humano está limitado”.
