De acuerdo con la consultora británica Jato, las ventas de autos a nivel mundial registraron una caída similar a la recesión experimentada en 2011, cuando entraron a Capítulo 11 General Motors y Chrysler.
En aquél entonces, la única que había anticipado la caída había sido Ford Motor Company, empresa que se defendió sin apoyos gubernamentales en Estados Unidos. El volumen de vehículos vendidos descendió un 13% hasta los 78.35 millones de unidades. El mercado turco fue el único con crecimiento más acelerado en el mundo con +61%. La pandemia de Covid-19 afectó duramente a la industria automotriz en 2020.
Como a los consumidores no se les permitió visitar las salas de exhibición y muchas fábricas en todo el mundo se vieron obligadas a cerrar, la caída en las ventas de vehículos fue una consecuencia natural.
El resultado fue tener las ventas de vehículos mundiales más bajas desde 2011, cuando China despegaba y el mundo occidental se enfrentaba a una recesión económica. La pandemia afectó a China y luego al resto del mundo, y esto también se aplica a las ventas de automóviles. De hecho, China mostró la primera caída masiva en febrero y comenzó a recuperarse desde mayo. El resultado final fue -2% a 25.24 millones de unidades, lo que en realidad es un buen resultado en comparación con la disminución observada entre 2019 y 2018, de -7%.
El papel que tomó el gobierno al impulsar las ventas a través de incentivos dio resultados al final. El año pasado, China representó el 32% del volumen mundial.