Los asientos más cómodos del mercado siguen y seguirán siendo los de Volvo, si bien en el caso del XC40 disminuyeron su espesor, cosa que no nos encantó.
Esta firma sueca con capital chino, ha regresado para tratar de recobrar la participación de mercado y nombre del que gozó hace algunos años.
La ergonomía no es cuestionable, ni tampoco la grata respuesta del motor de cuatro cilindros turbo que incorpora esta camioneta que entraría en la categoría de las station wagon, nicho particularmente difícil para el mercado mexicano, si bien a algunos, nos encanta.
La sensación a bordo es sumamente placentera si bien el control de la pantalla no es particularmente intuitivo hasta que ¡pum!, uno descubre cómo operar desde el sistema de sonido hasta el sistema de navegación.
La pantalla táctil funciona como si tuviéramos un iPad enfrente y, como prácticamente todo se puede operar desde el volante, resulta conveniente a la hora de manejar para no distraernos.
Las combinaciones de colores son osadas en algunos casos, porque hay versiones en color negro por fuera y remates rojos al interior, sobre todo en las versiones más deportivas, situación que a la vista resultan complejas.
Sin estar enfocadas a cuidar el consumo, el balance obtenido entre la respuesta al volante y el consumo de combustible, resulta equilibrado. Si la expectativa es ahorrar gasolina, entonces este vehículo no es para usted.
Alcanza los primeros 100 km/h en 9.4 segundos. Presume un consumo de hasta 19.4 km/l, excelente en su rango de desempeño, y emisiones de CO2 de sólo 144 g/km.
La seguridad, como en todos los Volvo, no se pone en duda, ya que cuenta con múltiples alertas que van desde el cambio involuntario de carril hasta el monitoreo del punto ciego en los espejos laterales. Tenemos que decir que en ocasiones tantos avisos llegan a cansar, aunque sepamos que es por cuestiones de garantizar nuestra seguridad.
Versiones
Momentum T4 FWD (190hp): $659,900
Inscription T4 FWD (190hp): $699,900
R Design T5 AWD (254hp): $759,900
