El aceite cumple la función de lubricar el motor, es decir, evita que las piezas internas hagan fricción entre ellas de manera directa al aplicar una capa protectora sobre las superficies metálicas. Si no hubiera lubricación de por medio, el desgaste entre los componentes incrementaría de manera muy acelerada, lo que al final, derivaría en un profundo desgaste y graves averías. Además, el aceite actúa como una especie de refrigerante, pues al disminuir la fricción entre piezas, disminuye también la temperatura total del motor mientras el auto se encuentra en marcha.
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¿Cuáles son las averías que pueden presentarse al tomar una mala decisión?
Viscosidad: En palabras simples, la viscosidad es un término que describe que tan “denso” es el aceite que estamos adquiriendo. Existe la idea errónea de que mientras más alta sea la viscosidad, mayor es la protección que tendrá nuestro motor, y eso está muy lejos de ser verdad, ya que una densidad más alta en el líquido hará más lenta su distribución por todas las piezas sobre todo en uno de los momentos en donde más se necesita: el arranque. Los daños de alta viscosidad van desde problemas para el arranque hasta averías por deterioro. Esto debido a que el aceite, en muchos casos, no alcanza a humedecer a tiempo componentes importantes como los cojinetes del cigüeñal, las bielas, las punterías y los pernos de los balancines, lo que aumentará el desgaste rápidamente y puede generar incluso rupturas irreversibles.
Desbiele: Esto ocurre cuando una mala lubricación genera grumos y residuos que obstruyen los conductos a través de los cuales se distribuye el aceite. En el peor de los casos, el motor puede quedar inservible, por lo que sólo te quedaría la opción de reemplazarlo. Algunas otras afectaciones son la obturación en el filtro, daños en el árbol de levas, en la cadena de distribución y afectaciones de los turbocompresores.
La recomendación es ponerle el aceite que indica el manual del propietario para descartar probables daños al motor. Una mala elección, puede tener como consecuencia, una muy cara reparación.